Ven a conocer
UN LUGAR ÚNICO
Bienvenidos a nuestra pequeña isla, un paraíso oculto y casi secreto en el interior de las montañas de Alicante, tan cerca y tan lejos del litoral turístico de la Costa Blanca. Llegar hasta aquí es toda una aventura, y se requiere paciencia para recorrer las carreteras sinuosas que nos conectan con el mundo. Pero, si lo que buscas es alejarte momentáneamente del mundanal ruido, y amas los placeres auténticos y sencillos, la belleza rural, el crepitar del fuego en la chimenea, los cerezos en flor, el silencio de los campos y las cimas, el sabor de los tomates recién recolectados del huerto...este es tu sitio. Estamos convencidos de que la ración extra de curvas te merecerá la pena.
Érase una vez un
HOTEL-CASA RURAL
Los orígenes
Todo empezó en el año 2005, cuando el empresario Pablo Martínez Sarch, nacido en Dénia, descubrió la Vall d'Alcalà y se enamoró de su paz, su soledad y su cielo limpio y cuajado de estrellas. Él y su compañera, Gema Giner, compraron una casa señorial en el corazón de Alcalá de la Jovada con la idea de abrir un pequeño hotel-casa rural con encanto. Luego adquirieron otra vivienda colidante.
Y más tarde una tercera.
Y más tarde una tercera.
Las estancias
Sobre aquellas tres casas
construyeron lo que hoy es el Hotel La Font d’Alcalà, que toma su nombre de la fuente dedicada a Al-Arzaq que mana a sus pies. El hotel se levantó respetando la arquitectura tradicional de la zona y utilizando materiales nobles y muchas veces reciclados. Tanto las habitaciones como los espacios comunes se han decorado con sencillez y una genuina elegancia rústica.
construyeron lo que hoy es el Hotel La Font d’Alcalà, que toma su nombre de la fuente dedicada a Al-Arzaq que mana a sus pies. El hotel se levantó respetando la arquitectura tradicional de la zona y utilizando materiales nobles y muchas veces reciclados. Tanto las habitaciones como los espacios comunes se han decorado con sencillez y una genuina elegancia rústica.
El patio
En la trastienda del hotel, abierto al cielo pero protegido del exterior por muros tapizados de vegetación, se encuentra el patio, nuestro rincón secreto para los mediodías tibios de otoño, las tardes verdes de primavera y las noches tórridas de verano. ¿Os imagináis una cena romántica en este pequeño oasis, brindando a la luz de la luna y disfrutando, también en verano, de una temperatura maravillosa?
La sala Betibó
Nació para atender la demanda de un grupo de estudiantes de la terapia Grinberg y hoy acoge desde talleres de yoga a incentivos de empresa o celebraciones familiares. Todo lo que necesitas para tu evento corporativo, tu taller o tu pequeña fiesta privada, lo encontrarás aquí. Sin contar con el lujo de un servicio de cocina a la carta y un entorno fabuloso con el que complementar las sesiones de trabajo.